El Toro de lidia es una característica de la raza de España e importados en Portugal, Francia y América Latina. Es una variedad muy primitiva y más bien heterogénea, también debido a la gran extensión del territorio en el que se eleva y las diferencias entre las diversas explotaciones, que a menudo tienden a seleccionar los toros con características especiales sólo para efectos de la distinción. La española a menudo se refieren a los individuos de esta raza simplemente llamándolos Toro bravo del ganado (ganado valientes) o Reses bravas (líderes valientes).
El toro de lidia designa a los especímenes macho de una heterogénea población bovina desarrollada, elegida, y criada para su empleo en diferentes espectáculos taurinos, como las corridas de toros o bien los encierros. Desde tiempo inmemorial favorecieron las formas más primitivas de tauromaquia. Se identifica por unos instintos atávicos de defensa y temperamentales, que se sintetizan en la llamada «bravura«, como atributos físicos posee unos cuernos grandes y un gran aparato locomotor.
Contenido del árticulo
Orígenes de los Toros de lidia
Uno de los aspectos de la historia del toro de lidia que más se presta a discusión es la determinación sobre la aparición de la crianza del mismo fueron con fines de lidia, eligiendo ejemplares y razas, con fines de tipo comercial, o bien destinados a los espectáculos taurinos de toda clase. No se cree que existiese una selección singular a lo largo de la Edad Media, en la que no obstante, los toros, como otros animales salvajes, eran mantenidos en cautividad y protegidos por los señores feudales para propósitos de cría o bien de caza.
En tiempos de los Reyes Católicos ya se comenzaron a conocer, con lo que los primeros rastros de selección del toro bravo apuntan a los siglos XV y XVI en la provincia de Valladolid, donde la cercanía a la Corte, todavía itinerante en esta temporada, hizo que se criara en extensos terrenos una vacada que pudo sentar las bases del toro de lidia actual. Desde los términos de Boecillo, La Pedraja de Portillo y Aldeamayor de San Martín, partían los toros para las fiestas de los pueblos, de la Corte o bien para las eclesiásticas. El nombre de esta pretendida ganadería primigenia fue Raso de Portillo, y fue famosa hasta finales del siglo XIX. Existe la creencia de que estos toros fueron los primeros empleados en festejos reales.
En paralelo empezaron a desarrollarse ganaderías en otros lugares de España. Andalucía se puso a la cabeza en la cría de toros, aunque asimismo tuvieron su relevancia los que se criaron a riberas del Jarama, los llamados Jijones de Villarrubia de los Ojos, los navarros y los aragoneses. Fue en la segunda mitad del siglo XVII cuando las vacadas de toros bravos comenzaron a organizarse, si bien aún sin fines meridianamente comerciales. Debió pasar un siglo más a fin de que el espectáculo taurino cobrase apogeo y apareciesen las ganaderías orientadas meridianamente a los espectáculos taurinos ya con fines de tipo comercial.
Así, el toro actual puede considerarse el resultado del trabajo de selección realizado desde principios del siglo XVIII a través de la prueba de la tienta a fin de seleccionar para su reproducción ejemplares en los que concurriesen determinadas peculiaridades, aquellas que dejaran el ejercicio de la lidia; o sea, la sucesión de suertes que se ejecutan en las corridas de toros desde el momento en que el toro sale al ruedo hasta el momento en que, en el momento en que el diestro le ha dado muerte. Estas peculiaridades han variado tanto durante los siglos como el toreo mismo, manteniéndose como sostén del mismo un solo denominador común: la bravura del toro. Nacieron entonces, ya en la segunda mitad del siglo XVIII, las que se consideran las castas fundacionales de las que parten los encastes actuales: Morucha Castellana (Boecillo), Navarra, Toros la Tierra y Jijona (la capital de España y la Mácula), Cabrera y Galán (El Puerto de Santa María), Vazqueña, Vega-Villar (Utrera) y Vistahermosa, aunque hoy día el noventa por ciento de las divisas existentes proceden todas y cada una de esta última.
La era de Tauro
Cuando hablamos de la era en concreto, podemos decir que estaba presente en los años 4513 a 2353 antes de Cristo. Este toro se caracterizaba gracias a las varias civilizaciones en la historia que tenían al toro como divinidad. Fue en la cultura mediterránea y en el ámbito celta que hicieron de este animal una figura divina en varias religiones y celebraciones.
Del mismo modo que en la mitología griega, se le da forma de Minotauro o disfraz de Zeus con el fin de atrapar a Europa. En Egipto el buey Apis es el Dios de la abundancia, los hebreos siempre han adorado al becerro de oro. En babilonia existen los toros alados por no mencionar al toro Tarnos céltico o el toro irlandés. Dentro del contexto romano, se recalca el hecho de que se cogió el culto de origen persa a Mitra, es un Dios el cual sacrificó al toro para lograr hacer prosperar el mundo. De la sangre se escurrieron las vides, de la médula, el trigo y del semen, todos los animales conocidos.
Hace 2.000 años fue Julio Cesar quien describió el uro que vivía en la selva Hercinia, en Germinia. Se enfocó principalmente en su fuerte carácter, bravura y ligereza. Hablaba pues de una criatura enorme y peligrosa el cual habitaba los bosques de Europa central y Nórdica. El pueblo germano le designaban el nombre de auerochs o toro salvaje y Julio Cesar se encargó de incluir el vocablo urus dentro de la lengua latina de entonces.
Se sabe que el Uro desapareció o se extinguió en Europa en la Edad Media. Hablamos del antepasado de todas las razas domésticas que a día de hoy se conocen. El toro de lidia es el descendiente más cercano al Uro porque es el que mejor conserva sus cualidades.
El trapío de los Toros de lidia
El trapío de un toro de lidia es el conjunto de rasgos externos, actitudes y reacciones observables a simple vista. Hay un muy rico léxico taurino para designar los diferentes aspectos de la morfología y comportamiento del toro. Diríase que un toro tiene trapío cuando reúne las cualidades físicas y la presencia precisa para la lidia. Conforme Pedraza Jiménez, los primordiales rasgos morfológicos para determinar el trapío de un toro son:
– Tamaño y peso.
– Estatura.
– Conformación del leño.
– La Conformación de las extremidades.
– Conformación de la cabeza y el cuello.
– Conformación de la cornamenta.
– Piel, pelo y capa.
Datos dimensionales de los Toros de lidia
Aunque los datos de métricas varían ampliamente de una ganadería a otra e incluso entre individuos dentro de una misma manada, el Toro de lidia se puede considerar una raza de tamaño pequeño a mediano si se refieren a la media de las razas de ganado, con pesos que oscilan entre 500 y 650 kg y una altura de los hombros de unos 140 cm. Estas medidas son para los hombres adultos: las hembras son mucho más pequeñas y más ligeras, que raramente superan los 400 kg de peso y 130 cm de altura.
Comportamiento de los Toros de lidia
El toro de lidia es un animal gregario, que encuentra seguridad y cobijo en una manada. Tras el nacimiento, y ya antes del destete, el becerro va a vivir 8 o bien 9 meses alimentado y protegido por su madre. Puesto que su madurez sexual se genera a los dieciséis meses más o menos, después se apartan machos y hembras, que, desde ese instante, van a vivir en cercados diferentes. Las distintas edades se llaman con nombres específicos: añojos (un año), erales (un par de años), utreros (3 años), cuatreños (4 años) y cinqueños (5 años).
En las manadas de toros se establece una estricta jerarquía. Se llama mandón al toro dominante y que maltrata a el resto. Con determinada frecuencia, este jefe es desafiado por otro miembro de la torada para quitarle el liderato, produciéndose violentas riñas. El toro derrotado se llama abochornado y es atacado y perseguido por el resto de la manada, quedando apartado de exactamente la misma y volviéndose irascible y peligrosísimo.
Puesto que los toros no tienen acceso a las hembras, se montan unos a otros para atenuar su hambre sexual. En todos y cada torada habitúa a haber un toro más enclenque o bien tímido que el resto, al que montan el resto.
Es una creencia extendida que a los toros aparentemente les altera de alguna forma el color colorado. Esta creencia es falsa, como asimismo lo es que estos animales vean en blanco y negro, puesto que realmente los toros cuentan con visión dicromática particularmente deuteranopía, o sea, tienen capacidad de desarticular el fantasma lumínico en 2 componentes esenciales, y conforme la cantidad de cada uno de ellos son capaces de distinguir los diferentes colores auqnue lo que si no tienen son los fotorreceptores retinianos del verde. Realmente, a los toros no les altera el colorado, lo ven, tampoco les crea una conducta agresiva cuando cargan contra el capote, en realidad cargan contra el movimiento.
Capa de los Toros de lidia
La variabilidad de la capa de toros es notable, y puede variar de blanco (ensabanado) al negro profundo (mochila) a través de todos los matices. Cada sombra adquiere un término específico. Los principales cabos de las corridas de toros son los siguientes:
–Ensabanado: blanco puro
–Albahío: amarillo paja, que tiende a amarillento
–Jabonero: beige claro-amarillento (Isabella (color))
–Barroso: marrón-luz roja
–Colorado: marrón rojizo en lugar iluminado
–Castaño: marrón oscuro (marrón oscuro)
–Mulato: entre marrón y negro
–Mochila: negro profundo
Los tipos de manto descritos anteriormente, sólo sirven para animales de peletería totalmente uniforme. Con mayor frecuencia, el pelo de toros tiene más matices de colores, trazos, manchas y otros signos que determinan variaciones del nombre. Por ejemplo, la capa blanca con manchas oscuras, denotada por el término Berrendo en … seguido por el color tamaño: es castaño Berrendo, Berrendo en colorado y así sucesivamente.
Una de las capas cada vez más comunes (casi la mitad de los animales en algunos rebaños) es lo que se llama Liston: consiste en una base de negro más o menos profunda (mulato o mochila) con un tono más claro que el pelo la parte superior de la espalda, que forma el centro de la misma como una especie de «tira» de oro-marrón, no es fácilmente distinguible de una distancia, que se extiende al animal de la nuca de la cola. Esta capa es idéntica a la de uro.
Un número limitado de ejemplos de esta raza muestra oriblanco, tinte blanco alrededor de los labios a menudo, también presentes en otras razas.
Cuernos de los Toros de lidia
Los cuernos del toro de lidia están presentes en ambos sexos, los cuernos nacen hacia adelante (a veces ligeramente hacia abajo) y, por último señalan hacia arriba. Sin embargo, hay individuos con puntas divergentes, que miran hacia afuera (corniabertos) o, por el contrario, que convergen con el fin de «mirar» (corniapretados), asimétricas (bizcos) o incluso tendiendo hacia abajo.
Los cuernos ya están presentes en forma de grandes picos al año de vida, y a los tres años ya están casi tan grandes como en los adultos. La vaca tiene cuernos largos casi como los de los toros, pero considerablemente más delgados.
Otras características físicas de los Toros de lidia
El sello del toro bravo transmite potencia y fuerza, especialmente en el varón, con grandes músculos en los hombros y el cuello y los cuernos de color claro, orejas pequeñas en comparación con otras razas, una cola larga y equipada con una grapa de pelos que pueden llegar a tocar el suelo.
El dimorfismo sexual de los Toros de lidia
Los machos, como se mencionó anteriormente, son, de hecho, considerablemente más pesado y tienen mas masa muscular con una joroba (morrillo) situado inmediatamente detrás de la cabeza. También poseen un mechón característico en el extremo del prepucio, llamado «cepillo».
Estas características sexuales secundarias, sin embargo, son claramente distinguibles sólo en la edad madura, por lo que los toros y las vacas más jóvenes son bastante difíciles de distinguir unos de otros. La dificultad se debe al hecho de que ambos sexos tienen cuernos bien desarrollados aunque las hembras durante la lactancia tienen los senos bastante distinguibles.
Reproductoras y criterios de selección de los Toros de lidia
Las grandes granjas toros de lidia se encuentran en el sur de España (especialmente en Andalucía y Extremadura), aunque existen en otras regiones de España, Portugal, Colombia y México. Estas granjas se llaman ganaderías, del término que significa «ganado», y con frecuencia incluyen decenas de hectáreas de terreno baldío, dominadas por el Mediterráneo (dehesa en español) con árboles dispersos de roble o de corcho. Estas grandes áreas cercadas permiten que el ganado tenga una vida salvaje casi por completo, con las interacciones sociales y las jerarquías muy similares a los de sus antepasados.
En las granjas más tradicionales existen los mayorales, es decir, personas que cuidan del ganado, corriendo entre los corrales de caballos estrictamente; Sin embargo, hay granjas donde van en tractor, que se utiliza especialmente en operaciones tales como la administración de pienso (suplemento dietético a base de cereales, útiles para el crecimiento del ganado y también a mezclarse, si es necesario con medicamentos, vitaminas u otras sustancias).
En los corrales de cría, que con frecuencia las superficies de varias hectáreas, conviven 25-30 vacas, todo seleccionado en tentadero, y el semental (toro de cría) que puede también haber sido seleccionado por una Tienta o sobrevivir a través de una corrida de toros indultados. El macho es generalmente hasta la edad de 10-12 años; pasado esta edad, el animal es viejo e inútil, sin embargo, es la tradición de las granjas de no matar a estos machos «retirados» y dejarlos morir de muerte natural.
A principios de la primavera o con frecuencia ya a finales del invierno, la vaca da a luz a un ternero (ternero). El agricultor no interviene de ninguna manera durante el parto y no se acerca a la madre-niño hasta que el destete no es completo, ya que el combate de las vacas defendiendo a sus hijos es combativo y muy superior a la de sus primos de la leche o carne.
Anualmente en la primavera, los toros nacidos en el año anterior, masculino y femenino, son finalmente separados de la manada original y colocados en un recinto separado. Esta operación se lleva a cabo a caballo, con la ayuda de perros de presa (español daneses) y cabestros. En esta ocasión, los animales se les asigna un número de serie, un símbolo de marca con el ganado, así como el nombre individual.
El nombre individual del ganado siempre se pone entre comillas, debe ser una palabra en español. Dado que las «familias» de los toros de lidia son tradicionalmente matriarcal, usted debe comenzar con las mismas 2 o 3 letras del nombre de la madre. La elección del nombre también puede ser difícil, porque además de la regla de la inicial, por lo general se tiende a buscar una palabra que puede describir el carácter del animal, que el agricultor ha podido observar en un año desde su nacimiento.
En una nueva área, los pequeños permanecerán entre el año y dos años juntos hasta que pase la primera prueba de coraje y resistencia, al dolor: la Tienta. Los animales que superan brillantemente esta fase serán elegidos para ser cría, reproducción o combatientes.
Edades del toro
El ganado de lidia y sus crías surge a raíz de la constante producción artesanal el cual se enfrascan en conservar con dedicación a los criadores de dicha raza.
El toro de lidia:
Se trata de un animal que puede ser domesticado y criado en extensificación. Es decir, en un estado de semi-libertad con grandes extensiones de campo.
Dicho animal se seleccionó genéticamente para que participe en los diversos espectáculos taurinos.
Cuando hablamos de su crianza, el ciclo que tiene el Toro de lidia se divide en estas formas:
Cubrición
Todo ganadero posee la planificación de una forma diferente al de las cubriciones. Por ello, las parideras se han de distribuir de manera campana de Gauss alrededor del mes de julio hasta junio del año siguiente. Se centran básicamente en esos meses fríos de invierno. Cada ganadero prepara la fecha exacta del nacimiento de cada becerro (parideras). De esa manera se logra hacer determinar la época del año con la condición ambiental adecuada para tener suficientes recursos naturales.
Las cubriciones se hacen en grupos de cubrición. Usualmente se realizan montas naturales en el cual, el semental vive entre un montón de vacas cercadas por un tiempo determinado.
Su nacimiento
Se conoce que el año ganadero va desde el 1 de julio hasta el 30 de junio del siguiente año. Todas las paridas (desde el instante en que nace el primer becerro hasta el último) logran ajustarse más al periodo ganadero que el año natural (enero-diciembre). Esto es porque los meses donde hace frío se generan más nacimientos.
Todo el parto se genera en el habitad natural, es decir, en la dehesa. La vaca, en el momento que va a parir, busca refugio en un sitio fuera del área visual y asegurado. La madre por instinto natural se come la placenta hasta que no quede nada y así cuidar a su becerro.
Cuando nace, la cría es lamida por la madre con el fin de estimular su circulación sanguínea y que éste comience a respirar adecuadamente. Cuando logra estar de pie, el becerro procede a ingerir la mama de su madre que viene siendo los calostros (la primera leche materna la cual es rica en anticuerpos). Es fundamental, ya que gracias a ella se podrá proteger de posibles enfermedades en los meses iniciales.
Su lactancia
En las primeras semanas: La mamá carga un instinto maternal increíble. Su becerro logra entablar comunicación por medio del berrido y copia de cada reacción.
4ª o 5ª semanas: La cría empieza a consumir hierba y agua, es allí donde su aparato digestivo empieza a desarrollarse.
Luego de la 5ª semana: En esta etapa se aumenta la necesidad alimenticia de la cría siendo un animal poligástrico (de tres estómagos). Por ende, disminuye la producción de la leche que hay en la madre, esto significa que dependerá menos de ella.
Ahijado
Esto radica en buscar emparejas las crías con las madres. Se procede entonces a una identificación la cual es supervisada por expertos veterinarios que se basan en el Libro Genealógico para hacer el registro correspondiente.
Todas las crías o becerros deben estar identificados de manera previa, todos de manera individual por medio del crotal. Éste se les coloca en la oreja y luego se les marca con fuego.
Destete: Esto es la división o separación que existe entre el becerro y su madre. Sucede de los 3 a 6 meses de edad.
El herradero
Para finalizar con su identificación, el herradero es esencial para marcar al becerro en el instante que se han separado de sus madres. Esto se hace entre los 7 a 11 meses de edad donde la Autoridad Gubernativa y diferentes veterinarios de la asociación están presentes para asegurar el proceso.
La Recría
Luego de que el proceso de herradero finaliza y se separan los grupos en función al sexo y edad, llega el punto de embarque. En este proceso, la recría del becerro sigue con su desarrollo y empieza a protegerse por sí mismo. Comienza a desarrollar la jerarquía y cuidar de su territorio. La alimentación en este punto es esencial para que se desarrolle como animal.
Añojo (1-2 años):
- Tiene una conducta infantil.
- Se desarrolla el aparato digestivo rumiante.
- Se generan ajustes en las hormonas: Los machos desarrollan el carácter sexual secundario.
Eral (2-3 años):
- Comportamiento en grupo: hermanándose con otros.
- Crecen los cuernos.
Utrero (3-4 años):
- Desarrollo muscular.
- Juegos sexuales y peleas.
- Su conducta se vuelve más pacífica y se mueve mucho más lento.
Cuatreño (4-5 años):
- Animal adulto: cada vez más solitario.
- Alimentación abundante: carácter pastueño, salvo momentos de crispación.
- Se crean batallas por preservar el territorio.
- Jerarquías de grupos consolidadas.
- Una enrome notoriedad en el desarrollo muscular y su cubierta grasienta.
La tienta
Esto sería la operación de campo con el objetivo de experimentar la bravura y la conducta de lidia en las reses. Se hace alejadas de las temporadas taurina, es decir, entre otoño y primavera. Se desarrolla en el contexto de tiendas de ganadería, donde se utiliza el caballo de picar y puya. Esto supondría un examen esencial para poder elegir un futuro reproductor (macho y hembra).
Tientas de machos
Usualmente se hacen pruebas de acaso y derribo, tarea donde se usa un caballo para ejecutarla y se utiliza una collera de garrochistas. En ello, se debe alejar la camada de erales para que se acosen y derriben unos con el otro. Enseguida, se tientan con el caballo en un campo abierto para la tarea. Aquellos animales que demuestran una conducta buena, se retientan en la plaza con ayuda del caballo de picar. Cuando hablamos de estas tientas, decimos que el animal es conducido hacía el caballo utilizando unas ramas. Si el animal pasa la prueba, se prosigue por torear con la muleta. Si se da el caso, el animal no podrá ser transportado en la plaza.
Tienta de hembras
Acá la tarea es diferente, esto es porque se busca tentar a toda la camada de eralas (dejando de lado a las utreras). Todo se realiza en plata de tienta de las fincas, utilizando allí un capote de salida, caballo de picar y su respectiva muleta. Se trata de una de las tareas más relevantes en la ganadería brava ya que el ganadero tomará la decisión de qué animal será aprobado como reproductor. De esa forma, el futuro de la ganadería está escrito.
Apartado
Cuando hablamos del apartado nos referimos a esa faena campera en donde el personal de ganadería se ocupa. Normalmente usan un caballo o van a pie, todo con el fin de separar reses concretas del grupo con diferentes fines.
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