Volviéndose fruto de la evolución y el paso del tiempo, la naturaleza le ha otorgado al caballo Cartujano la posibilidad de adquirir características especiales que lo convierten en un espécimen perfecto para la carga y el recreo en muchas exhibiciones.

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Caballo Cartujano

Es actualmente una de las razas más antiguas del mundo, que ha venido evolucionando a lo largo de los años con la intención de crear un espécimen cada vez más perfecto con un cuerpo estilizado y con los valores clásicos de un caballo español.

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Origen del Caballo Cartujano

El origen de esta raza se remonta a cuando el rey Felipe II decidió cruzar caballos de Andalucía (gallegos, pottokas, asturcones, trotones y demás), para que estos pudieran adquirir una fisionomía imponente.

Adquiriendo fama debido a la gran cantidad de grupos de griegos, fenicios, iberios, romanos y árabes que transitaban por las zonas mediterráneas españolas, convirtiéndose en una de las razas favoritas por tener imponentes patas y cuerpo ligero, lo que le daba una velocidad increíble combinada con la resistencia adecuada.

La presencia del caballo ha sido de utilidad desde la época prehistórica, un animal cuyas ventajas de nivel de transporte y para trabajo ayudaron a evolucionar increíblemente durante muchísimos años. No fue sino hasta la revolución industrial que el caballo tomó un papel menos importante, pues quedó relegado a transporte de aire libre o como una forma de entretenimiento en diversos países.

A pesar de que la mayoría de caballos en estas tierras fueron mezclados con otras tierras durante las constantes invasiones y guerras en el territorio de España durante la edad media. A pesar de esto, sus genes dominantes le permitieron adaptarse a los efectos del tiempo y a su intento de cruce con mestizos. Convirtiéndose en una raza completamente independiente con posibilidades increíbles en el mercado económico mediterráneo de aquél entonces.

Las características del caballo Cartujano fueron definidas como perfectas e ideales en comparación a algunos caballos griegos, convirtiéndose este en el caballo insignia de personajes famosos como Cimon de Atenas y Jenofonte durante el 510 a.C Además de que durante tiempos posteriores, fue utilizado por San Isidoro de Sevilla y Columella durante el siglo IV.

El monasterio de Cartuja, en el siglo XV logró ponerse como tarea la reproducción y crianza del Caballo de Cartuja, sin embargo no fue sino después de tres siglos después que gracias a diferentes tipos de yeguas, estos caballos adquirieron la forma que tienen hoy en día.

A pesar de que no existe como tal un caballo Cartujano original, se ha llevado a conseguir una raza mestiza con toques de este espécimen clásico y en donde fácilmente se puede lograr adquirir sus características morfológicas y de comportamiento.

Fisionomía del Caballo Cartujano

A pesar de que este ejemplar no posee un estilo de cuerpo específico en escrito, ha sido identificado a causa de las diferentes esculturas y pinturas de artistas en tiempos remotos, se ha logrado determinar su fisionomía debido a que Siria, Egipto, Japón y China ha dejado vestigios artísticos de este.

Las características principales del caballo Cartujano es una altura promedio (1,60m a 1,70m) que no se convierte incómoda para sus jinetes, además de que permite tener una resistencia en su espalda perfecta para no generar estrés durante su montaje.

Su cuello es fornido y lleno de musculo, ya que requiere tener resistencia en este para mantener la cabeza erguida durante su manejo, además de esto, le permite darle una apariencia más elegante y fina, gracias a que posee una estructura muscular en su cuello y hombros increíbles, combinado con una cabeza pequeña.

El clima le ha otorgado a este caballo la capacidad de convertirse en un espécimen ideal para climas calientes, sus grandes fosas nasales le permiten respirar con mayor facilidad, pudiéndose adaptar a la humedad excesiva y el calor del clima mediterráneo.

Sus colores característicos varían desde diferentes escalas de grises, combinadas con leves manchas negras que recorren parte de su cuerpo, permitiéndole convertirse en una excelente manera de conservar su piel libre de los rayos del sol. Gracias a que los colores oscuros ayudan a dispersar la luz del sol con mayor eficacia.

Un pecho profundo y un trasero lleno de musculatura le permiten moverse con total facilidad durante los territorios de Andalucía y permitiéndose un largo recorrido con un jinete a sus espaldas.

Papel del Caballo Cartujano en la actualidad

Actualmente existen diversas razas de caballo que más allá de ser utilizados a modo de carga, han llegado a ganarse un puesto en los espacios de exhibición, donde estos permiten darle un significado más delicado y puro, relacionándolo con la tradición española y en donde sus precios se consideran altísimos para la reproducción.

También se sabe que es utilizado en el comercio del vino, los granjeros y productores de viñedo los usan para recorrer los extensos valles de cultivo de la vid, por lo que a pesar de convertirse en un espécimen para la agricultura.

Estos caballos se han ganado un lugar como caballos de paso, su caminado elegante y fino le permite ser los elegidos por la mayoría de personas extranjeras para diferentes objetivos de diversión y en eventos especiales. Convirtiéndose en un espécimen deseado por muchas personas, ya que su raza posee características de comportamiento sencillas de manejar en diversas partes del mundo.

Su trote es especial y calmado, conservando una velocidad relajada que muchas personas consideran ideal, llegando a alzar sus rodillas de una forma más atractiva sin afectar su estabilidad durante la tierra, llegando a convertirse en una de las mejores especies de caballo gracias a que su trote da el aspecto de trotar sobre los aires sin llegar a ser un problema para la estabilidad de su jinete en su silla.

El caballo Cartujano es dócil para el entrenamiento, acostumbrado a la convivencia con los humanos y con una alimentación bastante sencilla de satisfacer. Ayudando prácticamente a muchas personas de la población agricultora de Andalucía y convirtiéndose prácticamente en un símbolo de prominencia, realiza y de orgullo para España, y que se ha extendido por muchas partes del mundo.