Filete y bocado

 

Una embocadura que nos ayuda a controlar al caballo es el filete y bocado. Hay que tener mucho cuidado al utilizarlo, ya que una mala colocación de estos instrumentos puede tener daños severos en el aparato bucal del caballo.

Aunque se ha mejorado notablemente el uso de ambas, aún se encuentran caballos que sufren una colocación incorrecta del bocado o el filete es muy pequeño.

 

 

 

Filete y bocado

Filete y bocado

 

 

Una defensa muy común es la flexión del maxilar de abajo, por lo que el caballo cuando abre su boca se anula totalmente la nuca en su colocación; por eso este hierro es muy eficaz y útil para evitar que la cabeza se incline.

El filete sirve como elevador, por lo que compensa el encapotamiento que pudiera causar el bocado. Debe de colocarse encima de la barbada del bocado para que su acción sea independiente.
Cada uno de los hierros se maneja con diferentes riendas, lo cual permite que se pueda graduar, o manipular, su efecto.

En la unión de ambos hierros al realizar la dinámica en el caballo, podemos mencionar que la nuca al flexionarse junto con la elevación del cuello, logran desplazar el centro de gravedad hacia la parte de atrás.

Así como también logran hacer que el peso del animal recaiga en los miembros posteriores. Así si el jinete logra mantener la impulsión del caballo, ayudándose con las piernas, logrará tener un aire elevado, con acción y compacto.

Pero es muy importante que el jinete debe saber y conocer, específicamente, para qué funcionan ambas partes de la embocadura. Si no se saben las técnicas para hacerlo, el caballo no puede adivinarlas y mucho menos hacerlas.

Puede que los animales que jamás han sido montados con el filete y bocado, pudiera pasar que no acepte las instrucciones que se le dan y puede ser que se sienta resentido. Por eso hay que tener cuidado al usarlas.

 

Contenido del árticulo

¿Para qué se utilizan y cuál es su función?

 

El filete fue creado para poder conducir y mantener estable al caballo. Con las manos, el jinete causa una presión simple sobre la boca del animal.

Si el jinete no sobrepasa las riendas y si el filete que se usa es el indicado, se va a conseguir el efecto deseado y no se le va a causar ningún daño al caballo.

Si se utiliza el filete excesivamente, esto pudiera provocar que se le clave en sus molares, lo que produce rigidez en el cuello y va a impedir el impulso y la acción del caballo.

Existe una buena utilización de la embocadura, y es que el jinete debe utilizar una menor fuerza que la del caballo. Por eso, se recomienda que se utilicen los hierros de manera suave y no usar la violencia.

Si se utilizan de una manera muy cuidadosa, se puede lograr que el caballo de una forma sumisa, entienda las órdenes que le damos.

No es tan fácil describir la función del bocado, porque equivocadamente se ha creído que se utiliza para dulcificar toda la boca del caballo y para que el jinete tenga más control sobre él.

Pero lo cierto es que, si abusamos de su acción, el caballo puede perder el ritmo, la cadencia y el contacto en la boca; además el cuello se va a colocar en un ángulo demasiado pequeño, lo cual no es favorable.

En conclusión, el filete y bocado se utilizan para fomentar la impulsión, lograr mantener un contacto estable y para mantener la cadencia. Todos estos objetivos no se pudieran lograr satisfactoriamente con un solo hierro.

Debido a que su uso correcto no resulta tan fácil, debe usarse solo en momentos en el que se necesite mucha precisión; como por ejemplo en las competencias de salto y doma, los cuales son de alto nivel.

 

Tipos de filete y de bocado

 

Desde que los caballos se empezaron a domar han existido muchas embocaduras, entre ellas el filete y bocado. Hoy día se usan de todos los tipos; claro dependiendo de las costumbres de cada región y de la disciplina que se practique.

Algunos de los modelos más conocidos son:

• El bocado Western.
• El filete de anillas.
• El bocado portugués.
• El bocado tipo pelham.
• El filete de palillos.
• El bocado clásico.
• El filete de doble articulación.

Los fabricantes, de cada una de estas embocaduras, se esfuerzan por hacerla más funcionales cada vez, por eso se les puede diferenciar por sus variadas formas. Por ejemplo, el ancho puede variar dependiendo de la boca del caballo.

También, las palancas o patas, tienen el largo muy diferente; por lo que las patas largas son más fuertes para el caballo. También, el cañón, o la parte que entra sobre la boca, puede ser diferente en las articulaciones, las lengüetas y el espesor.

 

¿Cómo se coloca un filete y bocado?

 

Para su buena colocación lo primero que se debe hacer es sostener al caballo con un poste, ramal o una anilla. Así evitamos que si se asusta y sale corriendo, no se enrede con la cabezada y las riendas.

Al tener bien armado el filete con la cabezada, se debe pasar las riendas por arriba de la cabeza del caballo.

Se sujeta la cabezada con la mano derecha a una altura de la frontalera y por atrás de la cabeza se sube todo el conjunto. Con la mano izquierda se sujeta el filete y se en la boca del caballo.

Finalmente se coloca la testera de la cabezada sobre las orejas y asegurarse que todas las piezas encajen perfectamente. Para ver el ajuste, solo hay que ver un pliegue en la comisura de ambos labios del caballo.

Si la cabezada tiene un ahogadera debe ajustarse, la holgura, a unos cuatro dedos. De igual manera se debe ajustar la muserola sin apretar mucho.

La actitud de quien la coloca debe ser calmada, ya que algunos caballos se molestan con la colocación de estos hierros.

Al momento de montarlo las manos deben ser muy educadas y suaves, para que el contacto con la boca sea el mínimo. Recuerda que los caballos también tienen sentimientos, y esto al principio puede causarles un poco de molestia.

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