Monturas australianas

 

Entre las diversas monturas de caballo podemos encontrar las monturas australianas. Aquí te hablaremos de ella y los beneficios que obtienes al utilizarla.

Así como la montura occidental, las monturas australianas se usan en los caballos que realizan trabajos, paseos y rodeos. Muchas de estas monturas no poseen el cuerno distintivo de frente.

 

Monturas australianas

Monturas australianas

 

Pero al igual que las monturas occidentales tienen una alta teja, asiento bastante profundo y el cuero suele ser más pesado.
Las monturas deben estar adecuadas para cada disciplina que se vaya a desempeñar y también dependiendo del caballo que tengas o que vayas a montar, por eso te ayudaremos a elegir la ideal para ti.

 

Contenido del árticulo

Tipos de monturas

 

Lo importante al elegir este accesorio es que debe ser muy cómodo. Por eso aquí te mostraremos algunas de las opciones que tienes disponibles:

• Para domar: se usa en la doma clásica. Su estructura es estrecha, el faldón es más largo y recto y sus borrenes son más desarrollados. Con dichas características resultan ser ligeras, suaves y no tan rígidas.

• Para uso general: así como la montura inglesa, se utiliza en la hípica. La usan tanto expertos como principiantes.

• Para saltos: es redonda y de asiento no tan profundo. Tiene un borren delantero muy bajo, para que el jinete salga sin dificultades, al saltar. Para facilitar mejor el agarre, el faldón sale hacia el frente y tiene rodilleras.

• Para monturas camperas: son muy anchas y grandes, creadas para que vaya cómodo el jinete durante el tiempo que trabaje con el caballo. Algunas de estas monturas son la tejana o western, la campera menorquina y la española.

• Para carreras: solo las utilizan para las competiciones, así como la silla de montar para entrenar.

• Amazona: fueron creadas para que el jinete monte al caballo colocando ambas piernas en el lado izquierdo. El asiento es firme, ancho y plano. La montura posee dos soportes para que se coloquen las piernas.

• Marcha: el asiento es amplio y las rodilleras son acolchadas. Gracias a las ventajas que tiene, el peso de quien lo monta queda bien distribuido sobre el lomo del caballo.

Para cada modalidad y para cada disciplina hay una montura especifica, aunque también puedes encontrar mixtas las cuales se utilizan en varias disciplinas. La silla se debe adaptar como un guante a toda la morfología del caballo.

Hay que tener en cuenta distintos factores a la hora de elegir una, como por ejemplo: el ancho y la altura de la cruz y el largo y la forma del dorso; ya que los distintos tamaños de sillas permiten adaptarlas bien al caballo.

 

Materiales de las monturas

 

Lo que hace que una silla sea de calidad, sin duda es el material con el que está hecho. Esto permite que luzca más y sea lo más cómoda posible, aunque tenga mucho tiempo de uso.

Hay sillas para todo tipo de necesidad y gusto, sin importar el estilo, país, cultura o utilidad; ya que fueron creadas para andar bien en el caballo sin necesidad de lastimarlo o estorbarle. Hay dos tipos de material para las monturas:

1. Sintéticas: no requieren de mucho mantenimiento. Solo bastará con limpiarlas después de usarlas con un paño húmedo y dejarlas secar al aire libre.

Su desventaja es que se deterioran al cabo de uno o dos años de usarlas, se desgastan y se deforman, por lo que su duración es corta. Son muy económicas.

2. De cuero: estas son duraderas, al usarlas se logran amoldar al dorso del caballo u lucen muy bien. Sus cuidados son regulares, se deben limpiar con jabón para cuero y engrasarlas después de usarlas, así estarán impecables.

El precio es mucho mayor en comparación con las sintéticas.

La calidad de la montura es basada en el tipo de piel utilizada para su fabricación, la capacidad de los bastes de adaptarse, la robustez, los remates finales y la costura.

Sobre todo ten en cuenta que la montura debe adaptarse al caballo, no a ti.
Un error que cometen muchos es no usar la talla correcta para su caballo. Esto también te lo mostraremos a continuación.

Talla de la silla

 

Muchos creen que las sillas actuales son flexibles y que se pueden adaptar al ancho del tórax del caballo, y que la cincha se puede adaptar en las sillas; por lo que tienden a escoger una más larga o más corta.

Sin embargo, esto no es cierto para unos caballos, ya que la silla posee partes que se acoplan correctamente a todo el cuerpo del caballo. Y el cuerpo de los caballos varía uno de otro.

Por ejemplo, a un jinete que es muy grande no le servirá una silla de 15, al igual que al caballo que use este tamaño pues no puede ser más grande que un pony para que pueda usar esta silla.

En algunos casos la silla se puede adaptar utilizando unos accesorios adicionales que puedan solucionar este problema, entre ellos están los pechos petrales, los protectores de cruz, baticolas y algunos otros dispositivos.

 

Forma del dorso de tu caballo

 

Para poder elegir la montura necesaria para tu caballo debes fijarte en el dorso de tu caballo. Para ello debes observar la línea superior del caballo. La curva que está entre la grupa y la cruz varía en cada animal.

Colócate a cierta distancia de modo que veas el dorso y fíjate en la forma que tienen entre la grupa y la cruz. Estas pueden ser:

• Inclinada hacia el frente.
• Recta.
• Nivelada
• Cuesta abajo.

Aunque lo ideal es mandar a elaborar una a la medida de tu caballo; lo cual tendrá un costo. Sin embargo, valdrá la pena pues una montura de buena calidad y con pocos cuidados va a durar muchos años.

Prueba tu montura

 

Al invertir en una montura debes revisar que esta sea de buena calidad, cómoda y adaptable para el caballo y para ti. A penas la compres tienes que probarla, pues si no se ajusta puede ser que la devuelvas o cambies.

Ya sean las monturas occidentales, las monturas australianas, o cualquier otra montura que necesites; lo importante es que tanto el caballo como tú se sientan cómodos y en confianza.

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